El Método Montessori es ampliamente conocido e implementado en todo el mundo. Fue desarrollado en Italia por la pedagoga Maria Montessori y se basa en 5 principios fundamentales.

1) Respeto por el niño: Los maestros muestran respeto por los niños cuando les ayudan a hacer cosas y aprender por sí mismos. Cuando los niños tienen opciones, son capaces de desarrollar las destrezas y habilidades necesarias para una autonomía de aprendizaje efectiva y una autoestima positiva.

2) La mente absorbente: Los niños se educan a sí mismos y aprenden de su entorno. Pero lo que aprenden depende en gran medida de sus maestros, experiencias y entornos.

3) Períodos sensibles: Montessori creía que hay períodos sensibles cuando los niños son más susceptibles a ciertos comportamientos y pueden aprender habilidades específicas más fácilmente. Aunque todos los niños experimentan los mismos períodos sensibles (por ejemplo, un período sensible para escribir), la secuencia y el tiempo varían para cada niño. Una de las funciones del profesor es utilizar la observación para detectar los momentos de sensibilidad y proporcionar el entorno para una realización óptima.

4) El entorno preparado: Montessori creía que los niños aprenden mejor en un entorno preparado, un lugar en el que los niños pueden hacer cosas por sí mismos. La libertad es la característica esencial del entorno preparado. Dentro de este entorno los niños son libres de explorar materiales de su propia elección, y absorben lo que encuentran.

5) Autoeducación: Los niños que participan activamente en un entorno preparado y que ejercen la libertad de elección se educan literalmente ellos mismos.

En sus primeras etapas, el Método Montessori desempeñó un papel importante en la inclusión social. Los niños que Maria Montessori enseñaba eran considerados casi como «casos perdidos» que no podían aprender a ser miembros de la sociedad. Sin embargo, el método Montessori, como se basa en la independencia y la cooperación, puede proporcionar a los niños el conocimiento y las habilidades que se necesitan para vivir en sociedad y desarrollar autodisciplina e independencia. El método Montessori también permite a los niños, a través del hábito y de la práctica, realizar fácil y correctamente los simples actos de la vida social o comunitaria. La disciplina a la que se está acostumbrando el niño no se limita al ambiente escolar sino que se extiende a la sociedad. A través del concepto de autodisciplina el niño aprende independencia y habilidades prácticas para la vida que le permitirán vivir como miembros significativos de la sociedad. Los conocimientos y habilidades que los niños adquirirán siguiendo la visión del Montessori son la educación sensorial, la manipulación del entorno, las habilidades prácticas para la vida y la autodisciplina. Otro aspecto del método Montessori que es importante para los niños refugiados (así como para los niños de origen inmigrante o minoritario) es la integración de la familia en el proceso de aprendizaje. Según el enfoque Montessori, los lugares donde viven los niños y las escuelas constituyen procesos sociales y es importante educar a los niños en ambos conceptos.

Con el paso de los años, la educación Montessori se ha vuelto costosa y por lo general las familias más privilegiadas tienen acceso a ella. Sin embargo, la transferencia del método Montessori para cuestiones de integración social será muy beneficiosa para los niños de origen refugiado, migrante o minoritario. El proyecto no tiene por objeto capacitar a los maestros Montessori ni transformar las escuelas multiculturales en escuelas Montessori, ya que esto no es posible por muchas razones (incluida la legislación). Sin embargo, nuestro objetivo es promover la inclusión de elementos, principios, valores y herramientas del método Montessori en las escuelas para fomentar el aprendizaje autónomo y creativo en aulas multiculturales.

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